En América Latina cientos de loros silvestres son
capturados y vendidos ilegalmente cada año, esto a pesar de las leyes nacionales
y tratados internacionales para su conservación. Altos niveles de explotación están
causando que las poblaciones locales de las aves más demandadas disminuyan de
manera alarmante uniéndose a la lista de las ya miles de especies en peligro de
extinción en el mundo.